El régimen de Irán ha vuelto a aumentar la presión en la disputa sobre su controvertido programa nuclear, al instalar nuevas centrifugadoras que permiten producir más uranio enriquecido a mayor velocidad, confirmó este lunes el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Los inspectores del OIEA, la agencia atómica de la ONU, han verificado que técnicos iraníes han instalado en los últimos días once nuevos equipos del tipo IR-4 en la planta de Natanz, duplicando el número que había hace dos semanas.
Además, los iraníes están acomodando las tuberías de las centrifugadoras para preparar la inyección de material fisible.
A fecha de ayer (8 de septiembre) Irán no había empezado todavía con las pruebas con material, precisa un informe enviado por el director general interino del OIEA, Cornel Feruta, a la Junta de Gobernadores del organismo, reunida desde hoy en Viena para analizar la creciente tensión.
Feruta estuvo este domingo en Teherán para analizar con la cúpula iraní las más recientes decisiones nucleares tomadas por la República Islámica, en violación del llamado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés).


