Maricel y Lucas, una pareja de riocuartenses que fueron despojados de su hogar, están viviendo en una carpa improvisada en la rotonda Seminario. La pareja fue víctima de la usurpación de su casa y enfrenta el día a día y las adversidades, especialmente tras las intensas lluvias de las últimas horas.
«La estamos pasando muy mal porque ya hace dos meses que estamos de acá para allá, no encontramos una solución«, expresó Lucas. Además relató cómo la carpa que improvisaron con una lona se vio afectada por la lluvia, dejándolos en una situación aún más precaria.
Lucas explicó sobre la pérdida de su casa: «Yo tenía una casita que me había dejado mi abuela, estuvimos ahí un año y medio, pero cuando volvimos de ir a hacerle un tratamiento a Maricel en Córdoba, nos encontramos con que nos habían cambiado cerraduras y puesto candados en las persianas«, lamentó. «Adentro había tres tipos que salieron con un cuchillo«, agregó el damnificado.
«Hice la denuncia en la policía y mostré la escritura, pero como ya había niños adentro ya no se pudo hacer nada«, dijo Lucas.
A pesar de haber realizado la denuncia correspondiente, la situación no pudo ser revertida, y la pareja se vio obligada a buscar refugio en diferentes lugares, enfrentando dificultades adicionales en cada uno de ellos, como «picaduras de insectos, ratas, falta de luz y lluvia«. «Lo que más queremos es un trabajo que nos dignifique y nos ayude a construir«, enfatizó Lucas.
Maricel, por su parte, compartió su dificultad para retornar a un hogar de acogida debido a traumas pasados, destacando la necesidad de una solución que les brinde estabilidad y seguridad.
«No nos alcanza el sueldo para alquilar, nos piden muchos requisitos y se nos complica«, explicó la pareja. «A mi el gobierno me paga una pensión de 100 mil pesos porque tuve problemas de niña, pero no nos alcanza porque hoy para alquilar te piden garantía, teléfono, y no tenemos nada de eso«, agregó Maricel.
«Lo único que queremos y más pedimos es trabajo, y un lugar, aunque sea una pieza no tan cara, porque no podemos vivir más así«, dijo la mujer.
Quienes deseen colaborar con esta pareja pueden acercarse a la rotonda Seminario, al lado del monumento a la mujer alada, ya que Maricel y Lucas no tienen teléfono.
