Gastón Schonfeld era el representante legal del único acusado de haber asesinado a la joven de 21 años. A principios de octubre se confirmó que el juicio comenzará el 23 de diciembre.
Este jueves se conoció la renuncia del abogado de Néstor Aguilar Soto, quien está imputado por el femicidio de Catalina Gutiérrez. El juicio por el asesinato de la joven de 21 años comenzará el 23 de diciembre.
Aguilar Soto, quien era compañero en la facultad de Arquitectura de Catalina, se encuentra alojado con prisión preventiva en el penal de Bouwer y está imputado por el delito de “homicidio calificado por violencia de género y por alevosía”, lo que prevé una pena de prisión perpetua, de acuerdo al Código Penal.
Gastón Schonfeld confirmo que presentó “su renuncia indeclinable” a la representación legal de Néstor Aguilar Soto por tener “diferencias inconciliables” en la conducción técnica de la defensa del imputado. El imputado confesó haber cometido el crimen tras ser detenido como principal sospechoso.
En este sentido, el profesional aseguró a la Agencia Noticias Argentinas que su cliente habría estado recibiendo “visitas aparentemente frecuentes de una colega” que lo incentivó a “cambiar innecesariamente” de defensor.
Schonfeld dijo que desconoce “bajo qué promesas” ocurrió esa situación, por lo que corrió vista del hecho al Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados de Córdoba. Sin embargo, evitó revelar la identidad de la nueva asesora: “Me lo debo reservar”.
Por otra parte, expresó sentir “gratitud por la oportunidad profesional” y “satisfacción por el deber técnico”, y agregó: “Con relación a la ausencia de ética profesional de la colega, elijo evitar sentimientos y/o sensaciones negativas”.
El juicio integrado por jurados populares que tiene como acusado al joven oriundo de San Carlos de Bariloche comenzará el 23 de diciembre y la Cámara 11 en lo Criminal y Correccional de Córdoba será la encargada de llevar a cabo el debate.
En la solicitud del debate oral, de acuerdo a lo informado por el fiscal, se incorporaron las pruebas recabadas, el resultado de peritajes y las declaraciones.
Según la fiscalía, “es clara la posición de superioridad que ejercía Aguilar Soto sobre su víctima, como así también la violencia psicológica y simbólica que aplicó hasta el momento mismo de quitarle la vida a su amiga por despecho”.
Además, durante la etapa de instrucción se acreditó la existencia de violencia física, psicológica y simbólica por parte del acusado.
La relación se dio en un contexto de violencia de género, marcado por una fuerte discriminación hacia ella por su condición de mujer y ubicándose el imputado en una posición superior respecto a la joven víctima.
Fuente: La Nueva Mañana