El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, publicó este miércoles un decreto que permite la portación de armas en la vía pública y en algunos casos hasta en aviones, a políticos en cargos electivos, camioneros, agentes de inteligencia, de seguridad privada, abogados y hasta periodistas que cubren casos policiales.
La determinación fue publicada en el Diario Oficial de la Unión y causó sorpresa, porque este martes el presidente encabezó un acto para permitirles portar armas y municiones en la calle apenas a cazadores y tiradores deportivos.
Con este nuevo decreto publicado, la ampliación se extiende a más de 20 actividades o profesiones y les permitirá, en primer lugar, andar armados a los políticos con cargos electivos durante su mandato, es decir presidente, vicepresidente, gobernadores, intendentes, diputados, senadores y concejales.
Las armas deberán estar registradas ante las autoridades policiales, pero a partir de ahora se eliminará la burocracia para justificar la portación del armamento, como existía desde 2003.
En enero pasado Bolsonaro firmó un decreto que permitía la tenencia residencial de armas, en áreas rurales y urbanas con una tasa de 10 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Fueron incluidos los camioneros, tanto los empleados como los propietarios y choferes autónomos, un sector que polemiza con el gobierno por el aumento del gasoil y la política de dolarización del precio de los combustibles que ha adoptado la estatal Petrobras. A partir de ahora, no habrá que solicitar «efectiva necesidad» de estar armado sino estar incluido dentro de las actividades autorizadas.
El decreto está firmado además por los ministros de Justicia y Seguridad, Sérgio Moro; el de Defensa, Fernando Azevedo e Silva, y el jefe de gabinete, Onyx Lorenzoni. Sin embargo, esta autorización global para la portación de armas había sido reclamada por el llamado «bloque de la bala», grupo parlamentario que defiende esta modalidad.