Pese a las masivas protestas, los rechazos públicos y la bronca del pueblo, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció ayer que no renunciará debido a la indignación que generó la filtración de un chat repleto de insultos. En cambio aseguró que no buscará reelegirse ni seguirá al frente de su partido.
Varios grupos de manifestantes señalaron no estar satisfechos con las concesiones de Rosselló y prometieron continuar con las protestas que ocupan las calles del Viejo San Juan durante más de una semana. Está previsto que cientos de miles de personas tomen las carreteras más transitadas de la isla hoy en una nueva protesta contra la corrupción en el gobierno.
«Está alargando el asunto. Teníamos la esperanza que tomara la decisión de hacerlo. Lo que hace es alargar el dolor del pueblo», dijo Emmarie Morales, del suroeste de la isla, y advirtió que la decisión del gobernador no pondrá fin a las protestas. «Ha dado más fuerza para seguir luchando. No nos vamos a quedar viendo Netflix».
Rosselló publicó un breve video en Facebook en el que dijo que espera tener la oportunidad de defenderse de un proceso de juicio político, una posibilidad que depende de la legislatura del territorio estadounidense.
«A pesar de todo, reconozco que disculparme no es suficiente y sólo mi trabajo ayudará a restaurar la confianza», declaró el gobernador. «Ante ese escenario, les anuncio que no iré a la reelección como gobernador en el próximo año».