Luego de las medidas que la semana pasada tomaron el Gobierno y el Banco Central para contener al dólar, el billete verde arrancó la semana con una caída de 17 centavos a nivel mayorista, a $21,69. En el arranque de la sesión había empezando cayendo 26 centavos, pero luego recortaba la baja antes del mediodía.
A nivel minorista, en algunos bancos se vendía a $22,20.
El viernes, con el objetivo de calmar a los inversores extranjeros y locales, los ministros Dujovne y Caputo anunciaron que el déficit fiscal será menor al que figuraba en el Presupuesto.
Recortarán la obra pública en 30.000 millones de pesos y admitieron que se enfriará la actividad económica. Y el Banco Central llevó la tasa al 40%.
También se obligó a los bancos a reducir su tenencia de dólares, lo que generaría una venta de divisas cercana a los 1.200 millones de dólares. Esta medida apunta, naturalmente, a correr del mercado a las entidades financieras, para sacarle presión al tipo de cambio.
El efecto de los anuncios, coordinados, del Central y de Hacienda tuvieron un impacto inmediato en el mercado cambiario: el dólar cayó a $22,28 en el mercado minorista y a $21,86 en el mayorista.
Tan significativo como esa baja, fue que el Banco Central pudo atravesar la rueda de operaciones sin vender un solo dólar de las reservas.