Una de las medidas antiinmigrantes más drásticas en la historia de Estados Unidos, convertiría en delito el que un extranjero ingrese a Texas de forma irregular.
El Gobierno de México presentó un escrito legal para manifestarse en contra de la Ley de Texas que permite que se detenga y expulse a migrantes sospechosos de ingresar de forma irregular a Estados Unidos.
La canciller, Alicia Bárcena, declaró: «Mandamos una cosa que se llama «amicus curiae», amigos de la corte, donde estamos poniendo nuestra defensa, más bien los puntos de vista de México, cuántos mexicanos hay en Texas, el 26% de la población de Texas es de origen o son mexicanos. Es muy fuerte también la contribución que hacemos a la economía de Texas».
Además, aseveró que México hará todo por detener lo que consideró que es una “medida antiinmigrante, xenófoba y discriminatoria”.
La secretaria de Relaciones Exteriores mexicana dijo que «esta ley es profundamente inconstitucional porque el tema migratorio en Estados Unidos es federal». «Entonces no vamos a permitir ninguna acción del estado de Texas, ni de las autoridades, ni los policías, ni nadie que actúe en materia migratoria a nivel estatal o de los condados», explicó.
Bárcena se mostró muy optimista respecto a la decisión política que existe en su país al respecto. Afirmando que «México está actuando con mucha firmeza», destacó «algo que yo creo que es inédito en nuestro país es que se ha logrado un consenso político, todas las fuerzas políticas, los legisladores, los partidos políticos, los candidatos, el gabinete, estamos actuando todos en conjunto contra este ley injusta y discriminatoria».
Con el objetivo de «proteger a los nuestros», prometió que habrá protección para los connacionales en los 11 consulados mexicanos que hay en ese estado, donde recibirán «orientación en caso de que se enfrenten a algún problema».