Abucheado por los escoceses. Así comenzó el primer ministro Boris Johnson su viaje este lunes a Escocia, con la libra en su mayor caída en dos años cuando el gobierno anunció que se preparaba para un No Acuerdo por el Brexit.
Johnson comenzó en la proeuropea y proindependentista Escocia su más difícil misión: mantener unido al Reino, bajo el martillo de la desintegración, por sus amenazas de partir de la Unión Europea sin acuerdo.
Fue recibido con un fuerte abucheo en la puerta de la residencia oficial de la primera ministra y la advertencia de Nicola Sturgeon, de que el referéndum por la independencia de Escocia es un derecho de los escoceses y no su decisión.
Tras la reunión, Sturgeon dijo que Johnson está iniciando “un peligroso camino” hacia el No acuerdo. Para ella ”no hay claridad” de cómo planea conseguir un acuerdo de salida con la UE, que ya ha dicho que no abrirá el acuerdo que él pretende ignorar para crear otro.
“Esto me hace pensar que si bien Boris Johnson esta diciendo públicamente sobre sus preferencias de obtener un acuerdo, en realidad está realmente buscando un No Acuerdo porque es la lógica de esta dura posición que ha adoptado. Esto es extremadamente peligroso para Escocia, para toda Gran Bretaña”, dijo la premier.
Boris llegó con una “bolsa” de fondos de 300 millones de libras esterlinas de ayuda para su “Gran Tour”, que se extenderá a Gales e Irlanda del Norte, en conflicto con sus propuestas de divorcio abrupto de los europeos si no ceden y aceptan un nuevo acuerdo y anulan las salvaguardas en la frontera irlandesa.
Al aterrizar en Escocia, Boris contradijo a Downing St, a su mejor estilo, y fue más optimista en sus negociaciones con la UE. Para él , “el acuerdo de Theresa May está muerto” y “no vamos a aceptar las backstops en Irlanda del Norte”. Pero desestimó las declaraciones de Michael Gove, su ministro del No Acuerdo, que advirtió que el No Acuerdo era lo más probable.
