La primera ministra británica Theresa May, confirmó este miércoles su intención de volver a someter a votación su plan de Brexit mientras se intensifican las maniobras de los conservadores para apartarla del cargo.
La prensa británica asegura que destacados líderes conservadores han manifestado su rechazo a la más reciente propuesta para salvar el proceso de salida de la Unión Europea, lo que es tomado como un pedido de renuncia implícito, ante el inevitable fracaso del principal objetivo de su gobierno, iniciado tras el referéndum de 2016.
May presentó en la Cámara de los Comunes su último y complejo plan para salvar el acuerdo de salida de la UE, negociado en 2018 con Bruselas, que fue recibida con hostilidad por la mayoría de diputados de todos los partidos.
«Rechácenlo y todo lo que tendremos ante nosotros será división y estancamiento», agregó la primera ministra, que ante la creciente rebelión interna en su Partido Conservador ya prometió dejar el cargo tras esta nueva votación parlamentaria, prevista para una fecha de principios de junio aún por determinar, sea cual sea su resultado.
En un indicio de su creciente aislamiento, estuvieron ausentes durante su intervención varios ministros y parlamentarios oficialistas, que en las últimas horas han incrementado además sus peticiones para que dimita.


