El ‘Globo’ accedió a la final después eliminar por penales a Independiente, mientras que el ‘Calamar’ derrotó a San Lorenzo de Almagro, en condición de visitante. Recorré el trayecto de ambos equipos.
Huracán y Platense son los finalistas que definirán al próximo campeón del fútbol argentino, el siguiente domingo 1 de junio, a partir de las 19 (hora argentina), en la final del Torneo Apertura 2025, que se disputará en el estadio Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.
En cualquiera de ambos casos, el Torneo Apertura 2025 cortará una larga racha sin campeonatos, ya que el ‘Globo’ no levanta una copa desde la Copa Argentina 2014, mientras que el ‘Calamar‘ nunca fue campeón en Primera en sus 120 años de historia.
El camino de Huracán y Platense a la final del Torneo Apertura 2025
El camino de Huracán hacia la final arrancó con alguna turbulencia. Tras una buena campaña en 2024, que permitió que el club clasifique a la Copa Sudamericana 2025, el ‘Globo’ no pudo ganar en sus primeras tres fechas, con empates ante Belgrano, Estudiantes de La Plata y una derrota con Boca Juniors.
La racha positiva del equipo de Frank Darío Kudelka arrancó en la cuarta jornada. El primer triunfo llegó contra Tigre, como local, y fue seguido por un empate ante Argentinos Juniors. Tras ganarle a Unión de Santa Fe llegaría el ‘Clásico Porteño’, en el que Huracán venció por 2 a 0 a un San Lorenzo que venía invicto, agarrando fuerza para lo que restaba de campeonato.
El conjunto de Parque Patricios continuó por la senda de la victoria derrotando a Vélez Sarsfield, Racing Club e Independiente Rivadavia de manera consecutiva, aunque luego empataría con Banfield como visitante.
Con un plantel corto y el comienzo de la disputa internacional, el ‘Globo‘ tuvo algunos problemas para volver al triunfo, con un empate ante Aldosivi, una victoria frente a Central Córdoba, una nueva igualdad con Defensa y Justicia y cerrando la fase regular con dos derrotas seguidas, frente a Newell’s Old Boys y Barracas Central.
Pero una vez comenzada la fase final, el equipo pareció renovado. Superó los octavos de final con un triunfo relativamente cómodo ante Deportivo Riestra por 3 a 2, pero haber clasificado en la cuarta posición lo hizo definir las instancias siguientes lejos de casa. En cuartos, superó a Rosario Central, el mejor equipo de la tabla anual, por 1 a 0, y luego dejó en el camino a Independiente, con un empate sin goles y posterior triunfo en la tanda de penales.
Por su lado, Platense tuvo cierta irregularidad en su campaña. Todo comenzó con un empate recibiendo a River Plate, un triunfo sobre Vélez, una caída con Argentinos Juniors y una nueva victoria, ante Instituto de Córdoba.
A partir de ahí, el ‘Calamar‘ pasó cinco fechas sin ganar, con caídas contra San Lorenzo y Defensa e igualdades con Independiente, Godoy Cruz Antonio Tomba y Lanús, pero el equipo nunca salió de los puestos de clasificación.
Llegaron dos victorias seguidas frente a San Martín de San Juan y Atlético Tucumán, aunque luego perderían con Riestra y no saldrían del empate con Rosario Central. Dos nuevos triunfos consecutivos, ante Sarmiento y Talleres de Córdoba, garantizaron la clasificación, pero en la última fecha cayeron con Gimnasia y Esgrima La Plata.
Clasificado en el séptimo lugar de la zona, Platense no tuvo la posibilidad de jugar como local en toda la fase final, pero eso no fue inconveniente para el equipo de la dupla técnica Favio Orsi – Sergio Gómez.
El primer golpe llegó ante Racing, cuando un gol a cinco minutos del final del partido les dio el pase por 1 a 0. En cuartos de final, contra River, un gran partido del ‘Marrón‘ fue empañado por un arbitraje deficiente, aunque el triunfo llegó en la tanda de penales. Ya en la semis, frente a San Lorenzo, un nuevo gol agónico, de Franco Zapiola dejó a Platense a un partido del primer título de su historia.
