Hace tres años, en la Universidad Nacional de Córdoba, se presentó oficialmente el proyecto «Relámpago«, un estudio científico internacional destinado a entender las razones por las cuales en el sureste de Sudamérica se producirían las que, se cree, son las tormentas más intensas del mundo.
La hipótesis que manejan los investigadores propone que las cadenas montañosas argentinas funcionan como un «trampolín» para los vientos cargados de humedad provenientes de Bolivia y Brasil. Al toparse con estos muros naturales, las grandes masas de aire húmedo –que se desplazan a nivel de la superficie–, ascenderían con gran energía y terminarían desencadenando estos episodios extremos. Se piensa que en estos eventos, las Altas Cumbres de Córdoba juegan un papel protagónico.
Justamente para comprender el fenómeno, el 31 de octubre comenzarán las mediciones en toda la provincia. Gran parte de los equipos que se utilizarán fue provista por la Nasa, la agencia aeroespacial norteamericana y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), también dependiente de Estados Unidos.
El centro de operaciones desde donde se conducirá la campaña, estará en Villa Carlos Paz. Los datos meteorológicos se recabarán con radares fijos y móviles, estos últimos montados en camionetas preparadas para perseguir tormentas.
También se relevará información hidrológica, para determinar cómo las tormentas afectan los cursos de agua. Y con antenas ubicadas en diez puntos de la geografía provincial se registrará la actividad eléctrica.
«Vamos a hacer una radiografía de la tormenta, la vamos a mirar en todos los detalles», explica Eldo Ávila, uno de científicos del proyecto «Relámpago» y miembro del grupo de Física de la Atmósfera de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la UNC.
Sobre la relevancia del proyecto «Relámpago», Ávila apuntó: «es la primera vez que en Argentina se va a recolectar este nivel de información, e incluso son pocas las campañas similares que se han realizado en el mundo. Acá tenemos un laboratorio natural, por eso se eligió este lugar para realizar el monitoreo. Vamos a estar años procesando toda esta información», completó.


