El presidente de EE.UU. planea retirar inmediatamente de Siria a los 2.000 soldados estadounidenses que luchan en ese país contra el ISIS, según medios locales que citan a un funcionario del Pentágono.
De acuerdo con la cadena CNN, el propio Trump tomó la decisión de efectuar una retirada «completa» y «rápida» de las tropas estadounidenses que lideran desde 2014 una coalición internacional contra el terrorismo.
Durante la campaña para las elecciones de 2016, Trump abogó por disminuir la presencia militar de EE.UU. en Oriente Medio; pero cuando llegó a la Casa Blanca, altos cargos del Pentágono lo convencieron para que mantuviera tropas estadounidenses en Siria con el fin de acabar con el ISIS.
Según The Washington Post, la fuente del Pentágono detalló que la decisión se tomó el martes y aún debe ser anunciada.
La iniciativa es inesperada y sucede cuando crecen las tensiones entre la OTAN y Turquía, país que ha prometido lanzar una operación militar contra los kurdos en Siria (aliados de EE.UU.). Ankara considera a esos grupos kurdos como fuerzas terroristas.
La retirada, siempre según la misma fuente, está prevista para que sea lo más rápido posible.
Ya la semana pasada, La Unión Europea pidió a Turquía abstenerse de realizar una intervención militar en la región de Manbech.
«Las declaraciones de una posible operación militar turca en el noreste de Siria son una fuente de preocupación», declaró en un comunicado la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini.
Este viernes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó con intervenir en la región de Manbech, en el norte sirio, si Estados Unidos no retira por completo de la zona a las milicias kurdosirias YPG, aliadas de Washington en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico en Siria.
«Ahora les decimos (a EE.UU.) que limpien el terreno (de las YPG). Si no lo hacen, entraremos en Manbech. Lo digo bien claro», declaró Erdogan en un discurso transmitido por el canal CNNTürk.
Manbech, una ciudad de unos 100.000 habitantes situada a 80 kilómetros al noreste de Alepo y limítrofe al oeste con el río Éufrates, se encuentra desde mediados de 2016 bajo el control de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) tras arrebatársela a los terroristas del ISIS.