Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, mano derecha del exministro Julio De Vido, que anotó en ocho cuadernos el recorrido del pago de coimas durante el kirchnerismo, cambió su estrategia y declara como arrepentido ante la Justicia, según informaron fuentes judiciales.
Centeno fue detenido este martes, después de ser acusado por el fiscal como parte de una asociación ilícita que se dedicó al pago y cobro de sobornos por una cifra que la Justicia estima en más de US$ 160 millones.
Durante casi diez años anotó en cuadernos los recorridos a bordo de un auto oficial, en trayectos en los que habría llevado fondos provenientes de sobornos de empresarios del sector energético y de la obra pública.
Se trata del mismo programa de imputado colaborador al que ya ingresaron por otras causas contra exfuncionarios del kirchnerismo el empresario Alejandro Vandenbroele (señalado como testaferro del exvicepresidente Amado Boudou en el caso Ciccone) y Leonardo Fariña (en la causa conocida como «la ruta del dinero K»).