Alejandro Travaglini, surfista argentino, contó en primera persona su lucha cuerpo a cuerpo con un tiburón blanco en Australia.
Lo hizo en una entrevista a un canal australiano en la que relató su terrible experiencia.
“Lo único en lo que podía pensar era en deshacerme de la maldita cosa (por el tiburón) y volver a la orilla”, dijo Alejandro desde su cama en el Royal Perth Hospital.
Travaglini se refería a lo que hizo para liberarse de la bestia. El hombre de 37 años, que hace 11 vive en Australia, le pegó una trompada al tiburón para desorientarlo por unos segundos.
Los sucesos
“Es…. un poco borroso, pero sentí que me mordía y me arrastraba un poco. Se soltó y comencé a usar mi tabla como una especie de escudo para evitar que vuelva a morderme –relató–. Pero cambió (de dirección) y me mordió en la otra pierna”.
Alejandro hasta admitió haberle gritado al tiburón para que no lo matara, mientras lo golpeaba y empujaba con su tabla en plena lucha.
Un amigo de él, que estaba surfeando a unos cuatro metros, había visto al animal unos segundos antes del ataque. Ese amigo fue quien lo ayudó a salir del agua, junto con una ola que describió como un “regalo del cielo”.
“Recuerdo haber visto al tiburón frente a mí, dio la vuelta y casi abrió la boca”, siguió. Ahí fue cuando decidió meterle la tabla en la boca y cortar la correa que la ataba a él. Con su amigo agarrando su mano, el argentino surfeó con su cuerpo 50 metros hasta la orilla.
“Cuando me sacaban del agua, miré hacia abajo y tuve una idea de lo que estaba sucediendo y… decidí que no iba a volver a mirar hacia abajo”, detalló el argentino.
Las heridas
Fueron tres grandes heridas en la parte superior de su muslo izquierdo, en su pantorrilla izquierda y en el interior de su rodilla derecha. Según los médicos, “no va a tener ningún tipo de secuela que afecte su movilidad”.
“Creo que tuve suerte de que tal vez sólo era un tiburón de 3 o 4 metros. Creo que si hubiera sido realmente grande me hubiera arrastrado con él”, cerró Travaglini.