«De todas las regiones, hemos recibido daños catastróficos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Darren Henfield, hablando desde el edificio principal del gobierno en Marsh Harbour, la ciudad más grande de Abaco, la isla más castigada del archipiélado de las Bahamas.
El huracán Dorian se detuvo este lunes en el norte de la región, golpeándola con vientos sostenidos de hasta 255 kilómetros por hora, levantando una lluvia cegadora y aguas ascendentes y revelando la furia destructiva de una de las tormentas atlánticas más poderosas de la historia.
“Tenemos informes de víctimas; tenemos informes de cuerpos que parecen flotar en calles de la zona. Pero no podemos confirmar esos informes hasta que salgamos y los comprobemos en el lugar”, dijo el ministro, confirmando la gravedad de la situación. La prensa local, sin embargo, había informado de la muerte de un niño de ocho años y de otras cuatro personas adultas.
Los socorristas dijeron que miles de hogares en las islas Abaco, en el norte de Bahamas, quedaron dañados o destruidos. Los videos mostraban las aguas de inundación llegando justo debajo de tejados arrancados, con automóviles sumergidos y escombros flotantes.
En las Islas Abaco, que soportaron durante un día la ira del huracán, el gobierno dijo que era aún pronto para evaluar completamente el daño porque el viento y la lluvia aún hacían demasiado peligroso llegar a muchas de las islas más pequeñas en alta mar. Un residente en la isla Gran Ábaco publicó un video desgarrador con graves daños a edificios. “Por favor, oren por nosotros. Estamos atrapados aquí mismo. Mi bebé solo tiene 4 meses ”, dijo la mujer.
