Las autoridades francesas buscan activamente al famoso ladrón profesional Redoine Faid, que el fin de semana se escapó de una cárcel cerca de París en un helicóptero, su segunda evasión en cinco años.
48 horas después de su espectacular fuga en la que contó con la ayuda de un comando armado, cerca de 3000 policías estaban movilizados en todo el territorio de Francia para intentar dar con el «rey de la evasión».
«No pretendo que no haya habido deficiencias. Tal vez hubo. Si fue el caso, lo resolveremos inmediatamente», declaró ayer la ministra de Justicia Nicole Belloubet, al comentar la espectacular fuga.
«He ordenado que una misión de inspección general de justicia sea enviada a la cárcel inmediatamente», agregó.
La fuga de Faid, de 46 años, se produjo el domingo por la mañana, cuando un helicóptero en el que iban tres cómplices fuertemente armados se posó en el patio de la cárcel de Réau, ubicada al sureste de París.
Dos individuos armados descendieron del aparato, mientras que un tercero permaneció con el piloto, que había sido secuestrado poco antes en un aeródromo de la región. Los dos hombres llevaban «pasamontañas, un brazal que decía ‘policía’ y sierras'», dijo Martial Delabroye, representante sindical del penitenciario.
Apenas diez minutos después, el helicóptero se marchó con Faid dentro, sin dejar heridos. El aparato fue abandonado a 60 kilómetros de la cárcel, donde los esperaba un cuarto cómplice a bordo de un coche.
Allí, después de golpearlo, soltaron al piloto y huyeron en el vehículo. El helicóptero quedó parcialmente carbonizado, después de que le prendieran fuego con un cóctel Molotov.
Cambiaron de vehículo tras abandonar el primero en el aparcamiento de un centro comercial, al norte de la capital, cerca de la autopista A-1.
«Estamos frente a un comando muy bien preparado», comentó Belloubet. «Se posó en el único espacio de esta cárcel que no contaba con una red antihelicóptero», agregó. Para la ministra, es probable que el comando haya identificado el lugar gracias a drones.
