Después de casi un mes de falta de stock, algunas farmacias de la ciudad recibieron vacunas contra la meningitis. Pero por la lista de espera esas pocas dosis ya están casi agotadas, según indicaron desde el la dleegación local del Colegio de Farmacéuticos.
“Puede quedar algún remanente en alguna farmacia, pero la cantidad de vacunas que llegó alcanzó para cubrir las necesidades de un sector que las había encargado”, indicó Mariano Rosas, presidente de la delegación riocuartense.
Esa extensa lista de espera se ha ido haciendo cada vez más larga desde octubre, cuando el gobierno nacional suspendió el envío de dosis a las provincias. Por ello, y a pesar de ser de inoculación obligatoria, no es posible colocarlas en centros de salud públicos.
Primero se canceló la colocación del refuerzo a los niños de 11 años. Luego se suspendió la vacunación de los bebés de 3, 5 y 15 meses de vida.
Por eso muchos han decidido comprar la vacuna de manera particular y abonar los $2.940 que cuesta. Pero aún así tampoco se conseguía en las farmacias.
“La demanda está por encima de la oferta. Nosotros no sabemos por qué sucede eso. Puede que el Estado no las compre, pero es raro que los privados tampoco la puedan conseguir regularmente. De hecho, la última partida había entrado en noviembre, pero tenía vencimiento en diciembre, por lo que muchos no quisieron comprarlas ante la posibilidad de que se venzan antes de que la gente se las lleve”, sostuvo Rosas.
“Las que ingresaron en estos días tienen un vencimiento más prolongado, pero la gente las fue a buscar de inmediato. Ahora estamos esperando una nueva partida, pero no hay fecha estimada de entrega”, agregó el farmacéutico.