Universitarios, campesinos, indígenas y religiosos guatemaltecos marcharon el jueves en rechazo a la decisión del presidente Jimmy Morales de poner fin al cuerpo anticorrupción en el país.
Miles de personas tomaron las calles de la capital y algunas plazas y carreteras del interior para exigir a Morales que mantenga en el país a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el órgano de Naciones Unidas que junto con la fiscalía lidera la lucha anticorrupción.
Los manifestantes portaban mantas y carteles en los que se leía: «Jimmy y Sandra (Jovel, canciller) renuncien porque son parte de la mafia».
En los departamentos de Quetzaltenango, Sololá, Quiché y Chimaltenango, entre otros, también se realizaban protestas, según reportaron medios locales. En otros departamentos también marcharon.
El jueves por la mañana, el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, reiteró en conferencia de prensa su confianza en el comisionado Velásquez y dijo que no veía razón para «retirar la confianza» al comisionado, pero debido a la situación actual se ha recomendado y consultado al gobierno de Guatemala establecer a un adjunto «en el terreno que tenga la posibilidad de coordinar la acción de CICIG sin poner en causa la confianza» de Velásquez.
Guterres agregó que están en disposición de continuar el diálogo para el perfeccionamiento de la acción de la comisión con el gobierno guatemalteco, como lo prevé el mandato de la CICIG.