Nacionales

Milei ratificó su violencia y se negó a borrar el posteo donde ataca a un niño con TEA

Javier Milei ratificó su violencia y se negó a borrar el posteo en el que descalificó a Ian Moche, el niño con Trastorno del Espectro Autista (TEA), usando nuevamente la premisa de que sus cuentas en las redes son personales y no lo representan como presidente.

El presidente Javier Milei se negó a borrar el posteo en el que descalificó a Ian Moche, el niño con autismo que lo había acusado de insultarlo, y presentó un escrito en la Justicia con una serie de insólitos argumentos.

Entre ellos, volvió a sostener que sus redes sociales son personales y no lo representan como jefe de Estado, y apeló al derecho a la libertad de expresión.

Según supo Noticias Argentinas, la presentación judicial, realizada en la causa iniciada por la familia de Ian, busca despegar al mandatario de sus responsabilidades.

Este mismo argumento de la “doble personalidad” ya había sido utilizado en la causa por la estafa con la criptomoneda $LIBRA y desestimado por el fiscal Oscar Julio Gutiérrez Eguía, quien dictaminó que la cuenta en X de Milei sí lo representa como Presidente.

En el escrito, los abogados de Milei califican la demanda como “carente de sustento jurídico” y niegan una larga lista de puntos, entre ellos:

-Que la cuenta @JMilei sea una cuenta oficial del Poder Ejecutivo Nacional.
-Que sus posteos hayan sido una “agresión al honor, reputación o integridad” del niño.
-Que un reposteo sea una “ratificación o legitimación de agravios”.
-Que la publicación haya generado un “daño irreparable, grave, inminente”.
-Que el “interés superior del niño habilite restringir la libertad de expresión política”.

La insólita explicación que pretende justificar la existencia de una doble personalidad entre quien escribe y quien publica fue parte de la estrategia de Milei para desprenderse de sus responsabilidades también en la megaestafa con la cripto $Libra.

Es más, el argumento había sido desestimado por Oscar Julio Gutiérrez Eguía, el fiscal de la causa abierta por el niño Ian Moche y que el mes pasado había dictaminado que la cuenta en X de Javier Milei no es solo personal, sino que lo representa como Presidente.

A través de sus abogados, Milei presentó un escrito en esta causa y sostuvo que la demanda en su contra es improcedente, confusa y “carente de sustento jurídico” y sostuvo que al mandatario “no se le puede formular reproche alguno” en términos personales.

En otras palabras, Milei sostuvo que lo que él dijo en X no lo dijo como Presidente y que por lo tanto ese tuit no fue un pronunciamiento administrativo, que repostear no es ratificar, que su agresión no fue una agresión, que calificar de “kukas” a Ian y a su familia no es causar “un daño irreparable” ni “grave”, que a un niño se lo puede criticar aunque su condición sea la de niño y que, por lo tanto, las denuncias en su contra no son procedentes.

No obstante, insistió: “El reposteo fue realizado desde mi cuenta personal (@JMilei) y no implicó una decisión administrativa, normativa o acto estatal alguno, ni implicó uso de fondos públicos, sino que constituyó una acción privada que contiene la expresión crítica sobre la labor y agenda subyacente de un periodista públicamente conocido, y respecto de cuestiones de interés público en el contexto del debate público”, en relación a Paulino Rodríguez.

Asimismo, el Presidente intentó desacreditar la denuncia de Ian sosteniendo que el amparo que presentó para que borre el tuit no tuvo que ver con una cuestión legal sino ideológica: “la interpretación subjetiva y la irritación o inquietud que pueda sentir el actor, o en este caso daría la apariencia que más bien su letrado patrocinante (…) no es óbice para ejercer una censura et-post y menoscabar el derecho a la libertad de expresión y aplicar la cultura de cancelación hacia la opinión con la cual no simpatizan”.

Lo que también hizo el jefe de Estado fue apelar insólitamente a la libertad de expresión, el derecho que cita cada vez que desata sus cataratas de insultos y con el que persigue y judicializa a quienes opinan en su contra.

Dijo Milei que el tweet por el que se lo denunció “no es un acto estatal” sino “una publicación protegida por el derecho constitucional a la libertad de expresión que me garantizan la Constitución nacional y los tratados internacionales con jerarquía constitucional”.

Y para enredar aún más la cuestión, afirmó que las críticas que hizo en su posteo, en el que descalifica como “kukas” a Ian y su familia, no fue hacia ellos sino al periodista que alude el tuit original:

“El tweet claramente fue una opinión crítica sobre la labor y agenda subyacente de un periodista públicamente conocido” quien “goza de la máxima tutela constitucional que pueda darse a una (libertad de) expresión”.

También te puede interesar

Nacionales

YPF aumentó la nafta

Desde las 6 de la mañana de este miércoles 11 de abril, las estaciones de servicio de YPF en todo
Nacionales

Allanan la casa de Jaitt

Después de declarar durante 7 horas ante la fiscal María Soledad Garibaldi, Natacha Jaitt recibió en su domicilio a un