La norma impulsada por los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno de CABA vuelve al Senado. Schiaretti analizó que con el veto presidencial, «la Nación le da la espalda a Córdoba y al interior productivo».
En la tarde de este jueves, el presidente Javier Milei vetó la ley de redistribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que había aprobada el Congreso y había sido impulsada por los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
De esta manera, la norma vuelve al Senado, que fue donde se presentó el proyecto originalmente y desde el cual podría iniciarse su insistencia para, con el acompañamiento de los dos tercios de los votos de ambas cámaras, lograr su ratificación.
La ley había sido sancionada el 20 de agosto por la Cámara de Diputados y establecía que los ATN debían distribuirse de acuerdo a la ley de coparticipación federal. Este veto, en principio, deja entrever una escalada de la relación conflictiva del Gobierno Nacional con los gobernadores, sobre todo considerando que el 26 de octubre son las elecciones legislativas nacionales.
«La Nación le da la espalda a Córdoba y al interior productivo»
En respuesta a esta decisión, el exgobernador Juan Schiaretti declaró que «el gobierno nacional se quiere quedar con los recursos que corresponden a las provincias» y subrayó que «los Aportes del Tesoro Nacional no son propiedad del Presidente ni del Ministerio de Economía», sino «recursos que nacen en las provincias y deben volver a ellas de manera automática, transparente y justa».
En un mensaje emitido a través de sus redes sociales, concluyó que «la Nación le da la espalda a Córdoba y al interior productivo» y que «sin federalismo no hay igualdad de oportunidades, no hay futuro para el interior y no hay desarrollo posible para la Argentina».
Las razones del Gobierno
En los fundamentos del veto, el Poder Ejecutivo indicó que “la naturaleza de los Fondos de Aportes del Tesoro Nacional difiere sustancialmente de la masa coparticipable de distribución automática prevista en los artículos 3° y 4° de la Ley Nº 23.548, en tanto constituye un instrumento extraordinario y de aplicación discrecional por parte del Poder Ejecutivo Nacional, en su carácter de administrador general del país conforme el artículo 99, inciso 1 de la Constitución”.
Para el Gobierno, esos aportes “consisten en un fondo complementario del régimen automático de coparticipación, destinado a preservar el equilibrio federal frente a contingencias excepcionales”.
“La existencia de este Fondo resulta imprescindible, ya que dota al Estado nacional de una herramienta que complementa el régimen automático de coparticipación y permite dar respuesta a situaciones extraordinarias
que no pueden ser previstas y atendidas a partir de un sistema de reparto rígido y automático”, añadió.
Y consignó que “a lo largo de su vigencia, los Fondos de Aportes del Tesoro Nacional se han constituido en un instrumento de asistencia inmediata frente a contingencias críticas, como fue la emergencia sanitaria generada por la pandemia de Covid-19, circunstancia en la que se dispusieron transferencias de Aportes del Tesoro Nacional para asistir a las provincias en la atención de gastos extraordinarios vinculados al sistema de salud y a la caída de la recaudación propia”.
“Asimismo, en diversas oportunidades durante los años 2024 y 2025, este instrumento fue utilizado para mitigar los efectos de emergencias hídricas, económicas, climáticas y alimentarias que afectaron gravemente a distintas jurisdicciones”, añadió.