Con una larga y colorida caravana, los Reyes Magos recorrieron las calles de la ciudad y repartieron miles de bolsitas con golosinas y juguetes a los chicos que esperaron a lo largo de todo el trayecto.
Con las sirenas de Bomberos Voluntarios que llamaron la atención de los vecinos a cada paso y una camioneta donde se observaba un pesebre interpretado por niños de la ciudad con un detallado vestuario, los Reyes Magos repartieron alegría mientras avanzaban a caballo por las calles, en un recorrido que duró más de cuatro horas.
El recorrido comenzó a las 20 horas, en el comedor “Ilusiones”, donde autos, motos y bicicletas, con globos y decoraciones alegres, estaban a la espera de que los Reyes aparecieran.
Desde allí llegaron a su primera parada, el Cottolengo Don Orione, donde entregaron bolsas con artículos de higiene personal para los adultos mayores, como así también golosinas y abrazos.
Mientras duró la visita al Cottolengo, cientos de vecinos de los barrios del oeste de la ciudad se fueron acercando para ser parte de la fiesta callejera. No obstante, fueron más las personas que se iban sumando paso a paso, parada por parada, como en la Maternidad Kowalk, lugar característico para la caravana, donde se dieron presentes a los bebés recién nacidos.
El amplio recorrido fue guiado por un amplio dispositivo que permitió abrir paso a la extensa caravana de vehículos.
Cabe destacar que cada familia con sus niños, en cada tramo del recorrido, pudieron recibir la alegría de la noche de los Reyes Magos, no sólo con los obsequios, sino también con la magia de la carava, el ambiente colorido y festivo que brindaron Melchor, Gaspar, Baltasar, quienes acompañaron y organizaron desde hace semanas los preparativos y la realización del tradicional evento de nuestra ciudad desde hace ya más de dos décadas.
