Un supermercado alemán ofrece a sus clientes la posibilidad de “refrescarse” un poco en una de sus cámaras frigoríficas para poder hacer frente a la ola de calor que sacude Europa, con temperaturas que pasan los 40 grados.
El negocio de la localidad de Friedberg, a unos 30 kilómetros al norte de Frankfurt, en el oeste de Alemania, decidió colocar un par de reposeras y una sombrilla en el interior de una cámara de frío después de que unos clientes se quejaran del calor y bromearan sobre la posibilidad de acceder a la cámara.
“Se supone que es una broma, pero si alguien realmente quiere, puede entrar“, comentó el propietario del supermercado, Lars Koch, sobre una oferta de la que ya disfrutaron unos 20 clientes.
La oferta especial de verano “medio en serio” se anuncia en un cartel a la entrada del negocio: dos minutos de aire fresco en la cámara frigorífica cuestan tres euros, cinco minutos cinco euros.
El congelador también está disponible para el que lo desee, pero nadie se atrevió.
