El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se perfila para un quinto mandato: un récord que se apoya en el escrutinio del 97% de los votos expresados en las elecciones generales, donde el Likud de Netanyahu y la lista Azul-Blanco de Benny Gantz están empatados con 35 bancas cada uno.
Pero la coalición de derecha del premier tiene 65 de las 120 bancas de la Knesset, lo que le permite tener la mayoría de gobierno.
El Likud y el Partido Azul y Blanco lograron 35 escaños cada uno, seguidos por el partido ultraortodoxo Shas y el Judaísmo Unido de la Torá (UTJ), que tienen cada uno ocho escaños, mientras que la alianza Hadash-Taal y el Partido Laborista de israelí se quedó con seis.
De ese modo, los laboristas de Avi Gabbai lograron el mínimo absoluto en décadas en la historia del partido.
La izquierda, Meretz, obtuvo cuatro escaños, mientras las dos listas árabes, Hadash-Taal y Raam-Balad, conquistaron un total de 10 escaños, tres menos respecto de las elecciones de 2015.
Netanyahu podrá recurrir al respaldo de tres listas menores: Israel Beitenu de Avigdor Lieberman (5), Unión Derechista (5) y Kulanu (4). El partido Nueva Derecha de Naftali Bennett por el momento queda excluido del Knesset. Con respecto a los resultados electorales entre ciudades, Jerusalén y Tel Aviv, distantes en apenas 60 kilómetros, volvieron a expresar con su voto que son muy diferentes.
En Jerusalén tuvieron un buen resultado los partidos nacionalistas y confesionales que apoyan a Netanyahu, mientras en Tel Aviv tanto Benny Gantz como la izquierda vencieron a sus rivales políticos. En Jerusalén el Likud obtuvo casi el 25 por ciento y, junto con sus aliados, reunió casi el 80 por ciento de la votos.
Por su parte, el Partido Azul y Blanco logró apenas el 12 por ciento.
Pero en Tel Aviv, por otro lado, Gantz logró casi la mitad de los votos y junto con las listas de la izquierda alcanzó el 65 del respaldo. Mientras, el Likud en Tel Aviv no superó el 19 por ciento.
Considerada una ciudad proletaria y de izquierda, en Haifa se vio un empate (49-49) entre los dos bloques rivales, mientras en Negev, en Beer Sheva, la derecha ganó con amplitud, con un 77 por ciento. Ahí mismo, el Partido Azul y Blanco llegó al 17 por ciento.
«Estoy muy emocionado. Agradezco al cielo que lleguemos a tanto», declaró, anoche, Netanyahu.
«La nuestra ha sido una victoria que no se podía ni siquiera imaginar», añadió el premier, acompañado por su mujer, Sarah (foto).