Nicaragua intentará revivir el diálogo en busca de una salida a la crisis por la ola de protestas que ha dejado más de 130 muertos, cuando el presidente Daniel Ortega se reúna con los obispos católicos, mediadores de las conversaciones entre el gobierno y la oposición.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) anunció en un comunicado que Ortega aceptó la invitación de los obispos para encontrarse en la Casa de los Pueblos, centro de convenciones del gobierno en Managua, en busca de relanzar el diálogo nacional.
El diálogo entre el gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos- fue congelado poco después de haberse instalado a mediados de mayo y tras la propuesta de los sectores civiles de adelantar las elecciones como salida a la crisis, lo que el gobierno tildó de «golpe de Estado».
La CEN había anunciado el 31 de mayo que no reanudaría el diálogo entre el gobierno y la oposición, representada en una alianza de estudiantes, empresarios y sociedad civil, mientras no cesara la represión contra los manifestantes.
La iglesia suspendió los contactos luego de que una multitudinaria marcha opositora fue atacada un día antes a balazos por la policía y fuerzas de choque, causando 16 muertos.
La reunión de este jueves fue concertada un día después que la Asamblea General de la OEA aprobara una declaración en la se pide el «cese inmediato» de la violencia en Nicaragua sin dirigir esa solicitud al Gobierno de Ortega. La Organización de Estados Americanos pidió además que el gobierno y los otros sectores se comprometan a buscar una solución pacífica a la crisis.
El diálogo pretende encontrar una salida a la grave crisis política y social que vive el país, con manifestaciones de violencia que comenzaron el 18 de abril, contra una reforma de la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia de Ortega, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.
Las protestas fueron reprimidas con dureza y los choques entre manifestantes y policías dejaron ya 134 muertos, según afirmó este jueves el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
«Todos queremos la paz, queremos el diálogo, queremos trabajar juntos y escucharnos, discutir todos los temas porque para todo hay solución», advirtió el pasado lunes la esposa de Ortega y vicepresidenta Rosario Murillo.