Como cada 7 de agosto, el templo de San Cayetano en barrio Bimaco es el epicentro de las celebraciones religiosas. Si bien desde primera hora los fieles del Santo Patrono del Pan y del Trabajo han asistido a las misas a cada hora, se espera que una verdadera multitud se congregue a las 16, cuando se celebre la misa central y procesión, con la presencia del obispo Adolfo Uriona.
El párroco Gustavo Juárez indicó que ya a las 5.40 había una persona esperando la apertura de la Iglesia. “Muchos han venido temprano a agradecer y con un San Cayetano repleto se realizó la primer misa del día en honor al santo” comentó.
El sacerdote confía en que muchos riocuartenses se llegarán hasta la iglesia para dar muestras de la fe que genera San Cayetano. «Son un acontecimiento, porque a través de San Cayetano la gente puede hacer una síntesis de la fe y la vida”, indicó Juárez. “La esperanza que tiene el pueblo es el amanecer que se avecina, si bien a veces nos pasa que estamos en una terrible oscuridad, el pueblo iluminado por la fe cree que mañana será mejor”, agregó el párroco.
Ejemplo
El sacerdote relató que San Cayetano es un ejemplo de persona, “era de una familia adinerada, era un intelectual, decidió hacerse cura y luego formó una orden dejando todo. Puso a Cristo como centro de su vida, dejó todos sus bienes materiales y se los dio a los más pobres, así se hizo santo”.
Juárez manifestó que “uno de los flagelos de hoy es romper con la indiferencia, con la auto referencialidad, la gente no interactúa con el otro, antes no nos cuidábamos de nadie, se ha perdido el vivir en comunidad, estamos aislados y eso nos hace olvidar que hay gente que está muy mal, que está muy sola, hay gente que se quita la vida porque no tiene sueños”.