El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, lanzó este lunes un ultimátum a los líderes de las dos fuerzas que integran el gobierno populista: “O los vicepremier Matteo Salvini y Luigi Di Maio dejan de litigar y ofrecen una leal colaboración o presentaré mi renuncia al presidente de la República”, Sergio Mattarella.
La severa amenaza de Conte, que pidió una respuesta rápida la formuló en una conferencia de prensa en el Palacio Chigi, sede del Poder Ejecutivo de Italia, en medio de una gran expectativa nacional porque había anunciado previamente que “diré cosas muy importantes”.
Tras las elecciones europeas del 26 de mayo el cuadro político produjo tensiones extremas porque Matteo Salvini obtuvo una resonante victoria duplicando los votos de la Liga. Del 17% logrado en los comicios nacionales de hace quince meses, pasó al 34,4%, mientras que su socio-rival, el Movimiento 5 Estrellas sufrió una derrota humillante, perdiendo casi la mitad de los sufragios. Bajó del 32% al 17%.
La ya imposible convivencia entre las dos fuerzas populistas, con el primer ministro Conte en el papel de débil mediador, sufrió una nueva exasperación en estos días. Matteo Salvini, que es también ministro del Interior, comenzó a comportarse como el primer ministro de facto.
Salvini invadió varias veces las jurisdicciones de otros ministros y del propio jefe del gobierno. Conte se lo recordó en su ultimátum sin nombrarlo. Dijo que colaboración leal significa que «si el ministro de Economía (Giovanni Tria) y el primer ministro están dialogando con las instituciones europeas para evitar un procedimiento de infracción, los ministros italianos no pueden intervenir con provocaciones y generando polémica”.
Dentro de dos o tres días la Unión Europea responderá a Italia afirmando que son insuficientes las medidas que anuncia para controlar el creciente déficit del Producto Bruto Interno, que del 2,04% prometido ya pasa del 2,5 y amenaza con desbordar el año próximo en más del 3%.
Además, la enorme deuda pública se expande sin cesar. Este año subirá al 133,5% y en el 2020-2021 podría alcanzar el 135%.
Europa se apresta a anunciar un procedimiento de infracción por exceso de deuda de Italia que podía llevar a medidas drásticas si no logra ser frenado. La península podría sufrir una intervención con perdida de parte de su soberanía económica.