Luego de que la CGT acordara con el Gobierno nacional este martes el pago de un bono de 5.000 pesos en dos cuotas para los trabajadores del sector privado y público, desde las cámaras empresariales mostraron su preocupación por la dificultad para afrontar el pago.
Pablo Cascales, vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), advirtió la necesidad de realizar un «análisis sector por sector» a la hora de implementar el beneficio a los trabajadores privados.
«No se puede poner el mismo bono para un mega banco que para una pequeña empresa. Muchas pymes están en situaciones difíciles incluso para pagar gastos corrientes», remarcó.
El vocero aseguró a su vez que desde la Came pedirán que el bono «sea tomado a cuenta de futuros aumentos» y que no sea remunerativo. «Las pymes no tienen como trasladar esto a precios porque el nivel de ventas es muy bajo. El tema es que las grandes empresas que son formadoras no trasladen este bono a precios, porque sino es pan para hoy y hambre para mañana», aseveró Cascales.
«Nos parece bien que aumenten la capacidad de compra de los vecinos. Que haya más consumo interno con esta inyección de dinero. Toda medida que aumente la capacidad de compra de nuestros potenciales clientes es bienvenido. Pero el problema es cómo hacemos para pagarlo», destacó por su parte Humberto Spaccesi, titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme).
Spaccesi puntualizó en la necesidad de una línea de créditos subsidiados que esté volcado a cubrir la nómina de cada pyme. «Está muy desprolijo todo», afirmó Spaccesi, que hizo hincapié en que todavía faltan negociar paritarias en algunos sectores y «se torna complejo» añadirle el pago de un bono.