Después de varias jornadas de numerosas exposiciones informativas, hoy se dio la primera jornada de debate sobre la legalización del aborto.
En la sala del anexo de Diputados se cruzaron expositores que están a favor con los que están en contra de aprobar el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Hubo aplausos, abucheos, algunas voces subidas de tono, risas irónicas y hasta llanto.
Daniel Lipovetsky, al frente del plenario de las cuatro comisiones que tratan el tema, instó varias veces a los expositores a que respondieran o hicieran referencia a otros discursos “así entre todos enriquecemos el debate”, dijo el legislador que apoya la legalización del aborto.
Los oradores no se salieron demasiado de sus textos, que deben durar siete minutos. El ida y vuelta real se produjo al final, cuando ya todos habían hablado y llegó la hora de las preguntas.
Entonces los diputados fueron cuestionando en forma cruzada: quienes se oponen preguntaban a quienes apoyan, y viceversa. También se sientan separados, en dos bandos. Los oradores, en el medio.
Como en cada jornada, los que buscan que se apruebe la ley, hablaron de derechos humanos, salud pública, autonomía de la mujer, mortalidad materna. Los que no quieren la ley, repitieron que la vida empieza con la concepción y que el niño por nacer tiene derechos.
