A finales de enero pasado el viceministro de Finanzas de Rusia Serguéi Storchak el régimen de Maduro haría dos pagos anuales de los intereses de la deuda. Así, Venezuela abonó a finales de septiembre pasado más de USD 100 millones de dólares y debía depositar una cantidad similar a finales de marzo. Este último pago es el que no se hizo.
Consultado sobre la demora, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, reveló que el Gobierno de Putin está dispuesto a extender su paciencia. “Todavía no pagó, pero hay un período en el que puede hacerlo sin consecuencias financieras, un mes”, explicó a Sputnik.
En total, la deuda venezolana asciende a 3.000 millones de dólares.
La colaboración militar entre Caracas y Moscú se ha fortalecido en las últimas dos décadas con la llegada al poder de Hugo Chávez, el mentor de Maduro fallecido en 2013, con la compra de equipos y armamento.
Tras el inicio de la más reciente crisis política en Venezuela, cuando en enero la Asamblea Nacional nombró al opositor Juan Guaidó como presidente interino en desafío al chavista Nicolás Maduro, el país se ha convertido en escenario de una disputa geopolítica global entre los Estados Unidos y Rusia, que apoyan a distintas facciones en la puja de poder.
Maduro cree que el Kremlin es el camino para retener el poder, aun a costo de entregar los recursos de su país por lo que se aferró a Rusia de manera dramática. Y Putin no dejó pasar la oportunidad de hacer pie con mayor fuerza en América Latina. Pero el salvataje no es solo económico, también es militar y político.