La suerte del Brexit ha quedado en manos de la primera ministra británica Theresa May y el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, a quien le ofreció consensuar un plan para salir del bloqueo en que se encuentra el divorcio con Europa.
Se encontrarán en la tarde de este miércoles en Londres para hallar puntos de coincidencia y avanzar en la negociación, cuando ya no queda tiempo.
Por eso May solicitará una corta extensión a la Unión Europea en la cumbre del 10 de abril y no participar en las elecciones europeas del 23 y 26 de mayo próximo.
Los Brexiteers de su partido, encabezados por Boris Johnson, están furiosos. Boris cree que esto lleva a “un mal acuerdo”. Jacob Rees Mogg denunció que la premier quiere colaborar “con un conocido marxista”. Existe un riesgo real de implosión entre los conservadores e incluso forzar la caída del gobierno. El ministro Nigel Adams renunció el miércoles por la mañana por diferencias. Ellos apoyaban un No Acuerdo. Al menos 14 secretarios y ministros de su gabinete están en contra de la extensión, 10 a favor y otros indecisos, tras siete horas de debate en Downing St.
Para Jeremy Corbyn, un laborista pro Brexit, es una trampa porque el laborismo apoya la unión aduanera, el mercado único, un segundo referéndum, la defensa del acuerdo del Viernes Santo, proteger trabajos y condiciones de vida, y que el reino no se convierta en un paraíso fiscal. Todas posibilidades a las que se opone May y especialmente los Brexiteers, que pueden llevar a dividir el gobierno y generar una crisis, aun peor que la que hoy existe.
“Yo estoy feliz de encontrarme con la primera ministra”, dijo Jeremy Corbyn el martes por la noche luego de que la última semana se reunieracon diferentes legisladores para encontrar un consenso. ”Lo más importante es no irse la semana próxima de la UE en caos”, alertó. «Yo reconozco mi responsabilidad para representar a la gente que apoyó el laborismo en la última elección y la gente que no apoyó pero quiere certeza y seguridad para su futuro. Sobre esas bases nosotros vamos a encontrarnos con ella y mantener esas discusiones”, explicó el líder laborista.
