El mar Mediterráneo sigue siendo el mayor cementerio para los refugiados que huyen de las crisis del norte de África y Media Oeste.
Datos publicados este viernes por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señalan que más de 1.500 migrantes han muerto en el mar desde comienzos de este año mientras intentaban llegar a Europa.
Desde el 1° de enero al 27 de julio de 2018, 55.001 migrantes y refugiados han entrado en Europa por vía marítima, la mayoría viajando a España y Italia. Se trata de cerca de la mitad respecto de los 111.753 arribos del mismo período de 2017.
El número de muertos fue más grande en 2016, debido a las prácticas más arriesgadas de meter a los inmigrantes clandestinamente, usando barcos menos seguros y ignorando condiciones desfavorables del clima o del mar. Pero todos los años son letales por los miles de migrantes que cruzan el mar en embarcaciones precarias.
El Salvamento Marítimo de España rescató este viernes en el Estrecho de Gibraltar a 245 inmigrantes de origen subsahariano y magrebí cuando intentaban alcanzar las costas españolas a bordo de once pequeñas embarcaciones.
Este rescate fue uno de varios en España este semana, donde más que 400 migrantes han sido recogidos. Las continuas llegadas de inmigrantes en los últimos días han provocado que los dispositivos de atención en el país están al borde del colapso, con cientos de personas en polideportivos y otros centros sociales.
En otra parte del mar, un barco llevando 40 migrantes, incluso dos mujeres embarazadas, está en el limbo afuera de la costa de Túnez. La situación ha sido prolongado por dos semanas, después de Malta, Francia, Italia y Túnez todos rechazaron las peticiones para atracar.
España superó recientemente a Italia en el número de inmigrantes y refugiados, sobre todo subsaharianos, que arriban a las costas españolas desde el norte de África, pero mientras que la semana pasada Italia aún registraba 200 llegadas menos que España en lo que va de año, ahora ya son casi 3.000 menos, señaló el portavoz de la OIM, organización Joel Millman.
Italia ha visto descender en un 80% las llegadas de inmigrantes indocumentados en lo que va de año (con 18.130 hasta el 25 de julio) a través de la ruta central del Mediterráneo -la que une Libia con las costas italianas- en comparación con el mismo período de 2017. El nuevo gobierno populista de Giuseppe Conte, y en especial por la política de su ministro del Interior, Matteo Salvini, ha puesto una barrera a la llegada de inmigrantes sin papeles.
